Novedades de la factura electrónica para autónomos

Aquí tienes, las 12 novedades de la factura electrónica que impactarán directamente en el día a día de los autónomos. Desde los plazos de implementación hasta los nuevos requisitos técnicos de los programas de facturación, aquí tienes todo lo que necesitas saber para estar preparado.

1) La factura electrónica será obligatoria en 2027 (para los autónomos)

Desde la aprobación del reglamento de factura electrónica, existen 2 plazos de aplicación:

• 1 año para las empresas que facturen más de 8 millones de euros anuales
• 2 años para los autónomos y empresas con una facturación inferior a los 8 millones de euros al año

Esto implica que la factura electrónica será obligatoria para los autónomos en 2027.

Aunque es probable aquellos autónomos que realicen negocios con empresas que facturen por encima de esos 8 millones de euros anuales prefieran pasarse a la factura electrónica en 2026, a la vez que sus clientes, para no perder competitividad o poder de negociación, así como para mantener una imagen de profesionalidad.

La nueva normativa, por cierto, todavía no se ha aprobado.

Y el baile de fechas en la regulación de la factura electrónica a lo largo de los últimos dos años ha sido intenso.

Pero es previsible que el Gobierno la apruebe este 2025.

2) Solo deberás facturar electrónicamente a autónomos y empresas

Esta nueva normativa solo te afecta cuando como autónomo debas hacer facturas (electrónicas) a clientes que son autónomos o empresas.

De ahí que también se conozca como factura electrónica B2B (por sus siglas en inglés, business-to-business).

Queda excluida de la obligación, por tanto, la facturación a clientes particulares.

¿Y qué ocurre con la facturación electrónica a la Administración pública?

Esta ya es obligatoria desde 2015. Aunque los autónomos están exentos.

3) La factura electrónica no será obligatoria en las operaciones intracomunitarias (ni extracomunitarias)

La factura electrónica B2B solo será obligatoria cuando tus clientes —autónomos y empresas— residan en España.

Esta nueva reglamentación no afecta, por tanto, a las operaciones intracomunitarias (con clientes y proveedores de otro país de la Unión Europea).

Ni tampoco a las extracomunitarias, es decir, a la importación y exportación de bienes y servicios con países que no pertenecen a la UE.